El Árbol
de Sal
Dice la leyenda que cuando Cotaá (Dios)
creó el mundo, decidió regalar a los hombres una planta que les sirviera de
alimento. Después de mucho pensar, creó el Iobec Mapic y lo esparció por las
verdes tierras de los mocovíes, asegurándoles así un constante alimento.
Pero Neepec (el diablo), sintió envidia de
ver el hermoso regalo que Cotaá le había hecho a los hombres, se propuso
destruir la útil planta para que los hombres no tuvieran como alimentarse.
Extendiendo sus brazos, se elevó por los aires y voló hasta unas inmensas
salinas donde llenó un gran cántaro con agua salada para arrojarlo sobre las
matas, y así quemarlas con el salitre.
Cotaá
descubrió el terrible plan de Neepec y decidió esperarlo escondido entre las
malezas. Cuando el terrible ser dejó caer el agua sobre la selva, Cotaá hundió
sus dedos en la tiera y entonces las raíces absorbieron el agua. Las plantas no
se murieron, pero la sal se mezcló con la savia y las hojas tomaron su sabor.
Los mocovíes pensaron que habían perdido su alimento, pero Cotaá les mostró que
la planta no había perdido su utilidad, ya que con ella podían sazonar las
carnes de los animales salvajes y otros alimentos.
fuente: http://www.portaldesalta.gov.ar/arbolsal.htm
fuente: http://www.portaldesalta.gov.ar/arbolsal.htm
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