miércoles, 28 de enero de 2015

LA FLOR DEL CEIBO: La flor nacional Argentina. Su leyenda. Anahí, la indiecita fea.

LA FLOR DEL CEIBO: La flor nacional Argentina. Su leyenda. Anahí, la indiecita fea.

El 23 de diciembre de 1942, el Poder Ejecutivo Nacional, mediante el Decreto Nº 138.974, consagró oficialmente,  la flor del ceibo como la Flor Nacional Argentina.
La leyenda del Ceibo es también es una de las leyendas de la indiecita ANAHí

Anahí era una indiecita no muy linda, vivía con su tribu en las riberas del Paraná. Era fea, pero en las tardecitas veraniegas deleitaba a toda la gente de su tribu guaraní con sus canciones inspiradas en sus dioses y el amor a la tierra de la que eran dueños. Un día llegaron los españoles, los que como todo invasor, querían que sus conquistados vivieran de allí en más, a la imagen, semejanza y religión, como se fueran españoles   y les arrebataron las tierras, los ídolos, y su libertad.

Anahí junto a toda su tribu fue llevada cautiva. Por ello pasó muchos días llorando y muchas noches en vigilia, esperando que sus captores se descuidasen. Un día  el sueño venció a su centinela, y  Anahí intentó escapar, pero al hacerlo, el centinela despertó, y ella, descubierta por éste, para poder huir. hundió un puñal en el pecho de su guardián, y huyó rápidamente a la selva.

Descubierta su huida, los soldados españoles salieron en su persecución, y en encarnizada búsqueda la volvieron a tomar prisionera. Sus actos determinaron su destino. Fué condenada a morir en la hoguera. La ataron a un árbol de esa selva, de baja altura y de hojas anchas.

 Anahí fue envuelta por las llamas. Y cuando el fuego comenzó a subir, Anahí se fue convirtiendo en árbol, mimetizándose con la planta en un asombroso milagro.

A la siguiente mañana, los conquistadores españoles se encontraron ante el espectáculo de un hermoso árbol de verdes hojas relucientes, y flores rojas aterciopeladas, que se mostraba en todo su esplendor, como el símbolo de valentía y fortaleza ante el sufrimiento de Anahí.

Era la Flor del Ceibo.