La novia del señor Liebre
Había una vez una mujer y su hija que vivían en un bonito jardín con
coles; y una vez un pequeño señor liebre ingresó a la huerta, y durante
el tiempo de invierno se comió todas las coles. Entonces dijo la madre a la
hija,
-"Ve al jardín, y ahuyenta al señor liebre."-
La muchacha dijo al pequeño señor liebre,
-"Sh-sh, señor liebre, usted se ha comido por completo todas
nuestras coles."-
Dijo el señor liebre,
-"Venga, doncella, siéntese en mi pequeña cola, y venga conmigo a
mi pequeña choza."-
La muchacha no lo hizo. Al día siguiente el señor liebre vino otra vez y
comió las coles, luego dijo la madre a la hija,
-"Ve al jardín, y ahuyenta al señor liebre."-
La muchacha volvió a decirle al señor liebre,
-"Sh-sh, pequeño señor liebre, usted sigue comiéndose todas las
coles."-
El pequeño señor liebre dijo,
-"Doncella, siéntese en mi cola y venga conmigo a mi pequeña
choza." La doncella se negó.
El tercer día el señor liebre vino otra vez, y se comió las coles. Ahora
la madre dijo a la hija,
-"Ve al jardín y llévate al señor liebre bien lejos."-
dijo entonces la doncella,
-"Sh-sh, pequeño señor liebre, usted todavía se come todas nuestras
coles."-
y replica el señor liebre,
-"Venga, doncella, siéntese sobre mi pequeña cola, y venga conmigo
a mi pequeña choza."-
La muchacha por fin se sentó en la cola del pequeño señor liebre, y
luego el señor liebre la llevó a su pequeña choza, y dijo,
-"Ahora usted cocine la col verde y la semilla de mijo, y yo traeré
a los invitados de la boda."-
Entonces todos los invitados de la boda se reunieron. (¿Quiénes eran los
invitados de la boda?) ¿Qué puedo decirle?, lo que otro me dijo: todos eran
liebres, y el cuervo estaba allí como el cura para casar a la novia y el novio,
y el zorro como oficinista, y el altar estaba bajo un arco iris. La muchacha,
sin embargo, estaba triste, ya que ella estaba absolutamente sola. El pequeño
señor liebre viene y dice,
-"Abran las puertas, abran las puertas, los invitados de la boda
están alegres."-
La novia no dice nada, pero llora. El pequeño señor liebre se marcha. Luego
vuelve y dice,
-"Quítese el velo, quítese el velo, los invitados de la boda tienen
hambre."-
La novia otra vez no dice nada, y llora. El pequeño señor liebre se
marcha. Luego regresa y dice,
-"Quítese el velo, quítese el velo, los invitados de la boda
esperan."-
Entonces la novia no dice nada, y la liebre se marcha de nuevo, pero
ella da forma y viste a una muñeca de paja con su ropa, y le pone una cuchara
para batir, y la coloca por la cazuela que contiene la semilla de mijo, y se
marcha donde su madre. El pequeño señor liebre viene una vez más y dice,
-"Quítese el velo, quítese el velo,"-
y levantándose golpea la muñeca en la cabeza de modo que su velo cae.
Entonces el pequeño señor liebre ve que aquello no es su novia, y se marcha muy adolorido.
Enseñanza:
Los
sentimientos siempre deben de darse en forma voluntaria y espontáneamente,
nunca forzados.
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