sábado, 8 de agosto de 2015

La rama de avellana

La rama de avellana


Una tarde el niño Jesús se había acostado en su cuna y se había dormido. Entonces su madre llegó, lo miró llena de alegría, y dijo, 

-"¿Tú mismo te viniste a dormir, mi niño? Duerme dulcemente, y mientras tanto iré al bosque, y te traeré un puñado de fresas, pues ya sé que estarás contento con ellas cuando despiertes."-

 Ya afuera en el bosque, ella encontró un lugar con las fresas más hermosas; pero cuando se inclinaba para juntarlas, una víbora apareció entre la hierba.

Ella se alarmó y dejó las fresas donde estaban, y se alejó del lugar. La víbora la persiguió; pero Nuestra Señora, como usted puede entender fácilmente, sabía lo que era lo mejor por hacer. Ella se escondió detrás de un arbusto de avellana, y estuvo de pie allí hasta que la víbora se alejó. Entonces juntó las fresas, y cuando salió a su camino a casa dijo, 

-"Como el arbusto de avellana ha sido mi protección esta vez, en el futuro va a proteger a otros también."-


De aquí que, a partir de los tiempos más remotos, una rama verde de avellana ha sido la protección más segura contra víboras, serpientes, y todo lo demás que se arrastra en la tierra.

 Enseñanza:

Cuando se conoce o aprende algo útil es lo mejor darlo a conocer a los demás. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario